Una vez mas, os traigo otro relato de mi querida Lucía. Es realmente especial para mi porque solo ella sabe expresar y comprender mis sentimientos.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Llegamos al tablón del instituto, ese en el que ponían todos los anuncios durante el curso. Ese día no había anuncios ni nada parecido, todo era más serio. Mil papeles hacían una especie de mosaico clavados en aquel trozo de corcho, mil papeles de los que dependía mi futuro.
Me acerqué temblorosa, busqué mi nombre en las largas listas, allí estaba, lo seguí con mi dedo hasta la nota final, me paré en seco y me lleve la mano a la boca. Había conseguido la nota para mi carrera con un gran margen, todo mi esfuerzo había dado fruto, realmente habían merecido la pena todos esos días y noches de estudio. Salí de la sala y cogí mi móvil sin saber aún a quien llamar, miré por la 'M', 'Mika' apareció en la agenda de mi teléfono. Pulsé el botón verde y le dije: 'Hola'. Me respondió lo mismo, pero sentí su voz mas real de lo que me podía ofrecer una llamada, se cortó y un pitido quedó sonando sin otra respuesta. Me giré mirando la pantalla, levanté la cabeza y allí estaba la persona a la que acababa de llamar, sí, era Mika, mi amigo de la infancia. Había venido desde Inglaterra sólo porque sabía lo importante que era este día para mí. Otra vez me llevé las manos a la cara y di unos ridículos saltos de alegría, solté la chaqueta y dejé el bolso en el suelo para ir corriendo hacia él. Nos separaban unos pocos metros así que tardé un poco en llegar, le abracé. Se paró el tiempo, sólo le había saludado después de tantos años sin vernos y con ese abrazo sobraba cualquier palabra. Como de costumbre mi cabeza me llegaba a la altura de su pecho, mis brazos rodeaban su espalda él, ligeramente agachado, hacía lo mismo, me apretaba contra él con fuerza. Se acercó a mi oído: 'Estoy realmente orgulloso de ti. Recuerda, ahora toca empezar una vida nueva'. Sabía que estaba sonriendo, ambos lo estábamos haciendo. Él sabía todo lo que había soñado ese momento, al menos con conseguir algo que me abriese las puertas al mundo que había soñado, me acompañó en esos tiempos en los que la gente no creía en mí, no confiaba en mi capacidad de superación. Mika era el único que me aguantaba en las tardes en su casa llorando, hasta que acabábamos dibujando en esa grande pared nuestra historia. El ya había empezado hacía unos años, la música le estaba llevando al éxito. Yo cada vez lo tenía más cerca, y aunque sólo acabase de empezar sabía que si él me acompañaba podría superar todos esos obstáculos que se me vinieran encima, porque para algo dicen que existen los amigos, ¿no?
Para concluir, Lucía tiene un blog donde cuelga unos relatos geniales que todos deberíais leer: http://ladyholbrook.blogspot.com.es/
Ah, Lusio, te quiero mucho, y lo sabes.
miércoles, 26 de junio de 2013
miércoles, 12 de junio de 2013
"You gotta be crazy, you gotta have a real need"
Creo que nunca he hablado en el blog de
uno de mis grupos favoritos, Pink Floyd, y creo que ya es hora de
hacerlo.
Voy a hablaros en especial de una
canción, Dogs. 17 minutos de pura perfección musical. Y es que hay
canciones capaces de remover hasta el mas profundo órgano de tu cuerpo, y esta es
una de ellas.
Te pido, que ahora pongas la canción,
cierres los ojos, y la escuches, puede que al principio no te guste,
te suene raro, pero hazme caso, solo disfruta de la música, escucha
cada detalle, cada acorde de esta canción, la maravillosa letra,
solo haz eso, disfrútala, déjate llevar, y puede que me entiendas.
Es increíble como son capaces de
plasmar a través de la música tal pasión, mezclando el rock
progresivo con el psicodélico, uniendo unos acordes con otros hasta
llegar al acertado, introduciéndote en la canción al máximo,
transportándote a otro mundo, y aislándote de este, haciendo que
por un momento te olvides de la realidad, centrándote solo en la
música, en los pequeños detalles que esconde un simple acorde de
guitarra, olvidándote del tiempo, llevándote hasta el éxtasis,
sintiéndolo, pareciendo que lo estás tocando con tus propias manos,
rozando el cielo. Y es en ese momento, cuando tu corazón lo siente,
cuando recuerdos, sentimientos que simplemente creías que no tenías,
que se habían quedado en el olvido, salen a flote, las lágrimas
empiezan a caer por tu rostro, es tal el sentimiento que te transmite
la canción, ese éxtasis que ya he mencionado plasmado en la música,
como dice la canción “And when you loose control”, pierdes el
control de tus sentimientos, que ahora se aglomeran en el pecho, y
ese mundo que decía antes, ahora es un universo, ahora toda clase de
sentimientos, de recuerdos rondan por tu cabeza, te sientes libre,
libre de poder pensar cualquier cosa, de sentir lo que quieras, sin
ataduras. Es eso lo que te da la música, libertad.
Y es eso lo que te brinda esta canción,
toda clase de sentimientos, indescriptibles, dolor, pasión, éxtasis,
felicidad, llámalo como quieras, pero al fin y al cabo, libertad.
¿Hay algo mejor que eso? Poder rozar
la libertad, en estado puro, a través de la música, porque yo creo
que no hay nada mejor que eso.
Por último, decir que este es un
pequeño ejemplo, la punta del iceberg de todo lo que Pink Floyd me
ha dado y me da. Para mi no hay ningún grupo que haya hecho música
tan buena como lo hicieron ellos, son capaces de hacerme sentir
cualquier cosa con su música, una y otra vez, de una manera u otra,
algo nuevo, por mucho que los haya escuchado, siempre descubro algo
nuevo, algún detalle que se escondía en la canción, es esas
perfectas melodías.
Y es que eso me pasó a mi la otra
noche, he escuchado esta canción mil veces durante toda mi vida, sin
embargo, no me preguntéis el por qué, esta canción logró sentirme
de una manera nueva, como nunca lo había hecho, sacó algo dentro de
mi que hacía mucho tiempo que no sentía, y esto, solo ellos son
capaces de hacerlo.
Me gustaría poder expresar mejor todo
lo que este grupo puede llegar a aportarme, pero no se como, las
palabras se quedan pequeñas.
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